La iniciativa, descripta por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, tiende a una mayor competencia y a la mejora de la calidad de autos y repuestos comercializados a escala país; superando las políticas proteccionistas que- según Sturzenegger- deterioraron la calidad del sector automotriz y generaron tragedias viales.
En virtud del documento publicado en el Boletín Oficial, diversos componentes, piezas y otros elementos para vehículos no requerirán autorización previa para su comercialización, producción e importación. No obstante, aclara que "recae en los fabricantes e importadores" la responsabilidad de garantizar productos que cumplan con estándares internacionales.
En tanto, se precisó que las importaciones en serie no necesitarán los sellos LCM y LCA, siempre que los productos posean certificados internacionales reconocidos. Para la importación, rige la opción de obtener un Certificado de Seguridad Vehicular a fin de ponderar la seguridad de los componentes. Así, se deja atrás la obligación de certificar la eco-compatibilidad de vehículos ya aprobados en mercados tales como Estados Unidos o Europa, entre otros aspectos.