Viernes, 24 Enero 2025

Energía e impuestos en la agenda que moviliza a las industrias

¿Cómo impacta la caída del Impuesto País? La faz tributaria, los desafíos en gas y otros recursos, la competitividad empresarial y hasta el potencial jujeño en autonomía energética fueron analizados por el presidente de la Unión Industrial de Jujuy, Federico Gatti.

“La carga impositiva de la Argentina es una de las más altas de la región y una de las más altas del mundo. Cuando uno se compara con países de la OCDE, Argentina tiene una carga impositiva altísima, y en 6 de los 7 impuestos que se cobran en todos los países, tiene la tasa más alta. Todo lo que sea reducción de impuestos es importante”, enfatizó ante Jujuy Económico. Así, el referente privado sentó postura frente a la presión impositiva argentina, que ronda el 29% (en función del PBI). Está por encima del 22% en Chile, 19% de Colombia y Ecuador, 18% de Perú y apenas por debajo del 33% de Brasil. Según informó la UIA, si se considera la economía informal, la presión trepa al 52%.

La baja del Impuesto País desde el 24 de diciembre alienta a diversos sectores, avizorando que importar será un 7,5% más barato. Consultado por este punto, Gatti marcó la penalización de las importaciones y al mismo tiempo el “riesgo que ingresen productos de otras partes del mundo” con una competitividad distinta a las empresas argentinas, “porque tienen rutas y puertos como la gente, no tienen el ferrocarril que utiliza hoy Argentina y que solamente traslada el 5% de la carga, ni el camión que el mundo está dejando por los riesgos, costos e inversiones que requiere”.

“¿Primero me abro y después le doy condiciones internas a las empresas, o le doy condiciones internas a las empresas y permito que se compita?”, cuestionó el referente industrial. Aseguró que el sector quiere “una economía abierta, sana, donde uno pueda matchearse con otras empresas del mundo” para crecer, pero también señaló las conversaciones de las gremiales empresarias con los gobiernos nacionales y provinciales, fomentando la competitividad interna que permita a empresas argentinas estar en iguales condiciones que otras internacionales.

 

“En líneas generales, estamos de acuerdo que haya una regulación, menos normas restrictivas, que se fomente mucho el control del consumidor y no el control del Estado. Y que caigan no sólo los impuestos internos, sino también penalizar a aquellas empresas que exportan las retenciones que son impuestos a la exportación, o las que importan insumos, o como era el Impuesto País, que hace que la cadena de esos impuestos los termine pagando el consumidor”.

El tema fue abordado semanas atrás en Santiago del Estero con UNINOR y en la última conferencia de la Unión Industrial Argentina, ante gobernadores. Según Gatti, “hay una sintonía” en dos aspectos: abrir la Argentina al mundo para crecer, pero también considerar el timing para que esa apertura “no sea indiscriminada” y “no pase lo que pasó en la década del 90, donde se priorizó la importación por sobre el consumo nacional” y “sufrieron las economías regionales”.

Destacando que las empresas regionales generan empleo, inversión, exportaciones crecientes aun en una economía cerrada y con “condiciones de no competitividad”, reflexionó: “nos imaginamos el potencial que tiene la Argentina y las economías regionales si tenemos condiciones macroeconómicas positivas”.

 

El escenario energético

“Obviamente la matriz energética argentina necesita mucha inversión en algunos de los tramos”, dijo el referente, mirando desde la reversión del gasoducto Norte -que implica provisión nacional en reemplazo del gas importado de Bolivia, volumen fluido y la pretensión de un costo más competitivo y rentable- hasta la intención de generar una “autonomía energética”.

Sostuvo que “Jujuy es una de las provincias en la que más inversiones se han realizado”, con Cauchari y plantas solares inauguradas recientemente de Chalicán y adyacencias. “Tenemos ya un convenio con la provincia para una segunda etapa, y que se instale una (planta) en Caimancito permitiendo una mayor estabilidad a las líneas de tensión, sobre todo en la época de tormentas, que siempre hay cortes de luz”, dijo.

 

 

Si bien aseguró que la provincia invierte en el rubro, sus tiempos y posibilidades hacen necesario el foco en las políticas oficiales a nivel país, despertando expectativas. Prueba de ello es el costo de unos 107 dólares por megavatio de la energía eléctrica para la industria, que se reduciría a la mitad si Vaca Muerta avanza exitosamente en años siguiente, según informó la UIA.

A escala local, aprovechó este enfoque para subrayar el caso de Ledesma, empresa que apostó a dos fuentes de energía para sustituir el gas fósil: la “malhoja” o restos vegetales luego de la cosecha; y los chips de madera que se transforman en biomasa.

A ello sumó la “inversión de 10 millones de dólares” en un nuevo turbo generador a fin de lograr una energía más limpia y eficiente. Aprovechar las fuentes renovables –de origen vegetal- solventa el 50% de la energía que la compañía requiere en sus procesos productivos.

 

Valora este artículo
(0 votos)
Modificado por última vez en Martes, 10 Diciembre 2024 02:13

Facebook