Domingo, 26 Octubre 2025

Ley de Semillas: “El lobby empresarial está matando la gallina de los huevos de oro”

Así lo afirmó el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Unju, Mario Bonillo, rechazando el proyecto que desembarca en el Congreso Nacional con nuevas reglas para la semilla andina y tradicional.

Desde Jujuy, el referente académico sentó postura frente a lo que viene aconteciendo alrededor de la temática, como lo ocurrido días atrás en la ExpoAgro donde las 4 cadenas de los principales cultivos de Argentina (Acsoja, Asagir, Maizar y Argentrigo) instaron a que la agenda legislativa de este año avance en la sanción y promulgación de una nueva ley nacional de semillas.

“No creo que salga una ley buena; tengo la esperanza que al menos se mantenga esta ley (la actual) que es menos mala comparada a la que las empresas semilleras impulsan con su lobby. Pueden decir que mi mirada es chica por querer proteger al sistema andino, pero al igual que yo se oponen fuertemente la Federación Agraria y también la Sociedad Rural Argentina, con quienes compartí una mesa, que enfrentan la intención de una doble vía de pago: obtentor y patente”, dijo Bonillo.

“Esto llevaría a que el productor pague cuando compre la semilla, pero también quedaría un residual por el pago de la patente cuando el productor saque semilla y vuelva a usarla, y cuando venda la producción. Las semilleras estarían cobrando por doble vía, hacia eso están yendo”, agregó el decano. Así repasó los criterios en discusión, donde sectores consideran a los transgénicos como invento, validando así un patentamiento. “Hay todo un debate del derecho y todo el sector productivo se está oponiendo a esto”, expresó el académico.

En tanto, cuestionó la resolución del INASE emitida a fines de febrero último (y eliminada curiosamente a los 10 días de su implementación), sobre el Registro de Áreas Productoras de Semillas de Especies Nativas: “también están presionando al sistema de contralor, el INASE, para que a partir del registro y el control empiecen a limitar la producción de semillas alternativas, tradicionales, que tienen otra lógica y son muy buenas para pequeños productores”.

“Eso es lo que se está discutiendo y está en pugna hace 20 años. Se quiere registrar a los productores que intercambien semillas en ferias y que las van adaptando. El sistema industrial de semilleros quiere restringir cada vez más a estos sistemas tradicionales, con la lógica de incorporar a todos al sistema comercial, o eliminar una fuente de biodiversidad y tener el manejo absoluto del mercado de semillas. Hay muchas cosas por detrás”, advirtió Bonillo.

“Ojalá que esto no avance. La ley vigente es del agricultor primero, para que pueda sacar su propia semilla y si no tiene plata para comprar vuelva a sembrar porque sacó su propia semilla. Si se avanza con lo otro, eso será ilegal y el productor que no tenga para comprar semilla será un productor que no siembra”, sostuvo el decano.

Desde la soja hasta la papa andina

“Cuando se baja mucho la biodiversidad y se restringe mucho a un solo cultivo se tienen problemas fitosanitarios en mayor escala: plagas, enfermedades. A este sistema le interesa avanzar sobre el sistema andino en el mismo sentido, con la mirada de la sojización”, detalló Bonillo al trazar el horizonte que incluiría el control desde la soja hasta la papa andina.

“Es como comparar la Amazonia con el resto del mundo, pensando que como no es igual hay que hacerla desaparecer. Estamos haciendo desaparecer mucha biodiversidad y lo que puede emerger de ella, y que jamás un ensayo de laboratorio de una universidad y empresa privada podrá emular”.

“El lobby empresarial está matando la gallina de los huevos de oro, y atentando contra sí mismos. Los sistemas tradicionales generan una biodiversidad dinámica que habría que proteger y favorecer con todos sus emergentes; después llevarlos a la faceta comercial que ellos quieren y con los sectores productivos que ellos trabajan”, aseveró.

Finalmente, y recordando los 100 años de la reforma universitaria, recalcó la “autonomía y libertad de cátedra, donde no todo está totalmente dicho”. Resaltó su posición como referente del CEDAF -Centro de Estudios para el Desarrollo de la Agricultura Familiar, entidad que estudia semillas vinculadas a biodiversidad, tecnología apropiada y disponible para sectores de distintos recursos, incluyendo cultivares con menor homogeneidad en la cosecha pero con mejor sanidad y adaptación.

“No hay tecnología mala, sino pertinente. El problema es cuando una tecnología es buena para un sistema productivo pero se quiere imponerla a otro sector: generar dependencia económica hace que la rentabilidad reduzca y provoca la desaparición de otras tecnologías que son buenas”, concluyó.

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Modificado por última vez en Jueves, 05 Abril 2018 10:28

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