El paro que dividió a diversos sectores de la provincia se enmarca en un escenario inquietante para las pymes y antagónico del ámbito estatal.
Pago a proveedores, impuestos nacionales, provinciales y municipales; personal, alquiler, aguinaldos... Obviamente, todo esto condiciona la viabilidad de un comercio.
"Si no abro, pierdo 50 mil pesos en un día", dijo el referente de una cadena gastronómica local a Jujuy Económico; un paro resignaría un 7 % de la ganancia prevista en un mes, repercutiendo desde luego en sus obligaciones.
Desde otra conocida sandwichería en capital, comentaron a nuestro medio: "si no abrimos, perdemos entre 25 y 30 mil pesos".
En tanto, un emprendimiento comercial de fiambres sostuvo que perdería más: necesita el ingreso de unos 100 mil pesos diarios para poder seguir afrontando sus responsabilidades.
"Para muchos de los comerciantes, especialmente en rubros como bares, restaurantes, indumentaria, calzados, difícilmente las ventas que se perdieron hoy se recuperen en otros días de la semana, porque las familias vienen cuidando mucho el presupuesto y todo lo que es consumo de paso ya no vuelve".
Así argumentó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) su rechazo a las medidas de este lunes, aduciendo que las pérdidas de la jornada en la facturación comercial a nivel país fueron de 9.745 millones de pesos.
Mediante comunicado, aseveró que el 75,1% de los comercios argentinos que abrieron tuvieron un 50% menos de volumen de ventas, en comparación a un lunes común.
Así se reflejó en el ámbito privado el paro de transporte y el cierre de colegios, bancos y organismos públicos, donde Jujuy no estuvo ajeno al escenario de protesta nacional. Los cortes de calles fueron otro detonante, aunque no duraron 24 horas.
La Unión de Empresarios afirmó que más del 90% de pequeños, medianos y grandes comercios jujeños abrieron sus puertas, y trabajaron como un día normal. Lo mismo pasó en centros de compra en barrios capitalinos, muchos de origen familiar.
Como contracara, los servicios estatales registraron ausentismo fundado en "falta de transporte" de empleados y en el rechazo a las subas salariales oficiales del 5%, a las políticas económicas nacionales y provinciales.
Por ejemplo, los profesionales de Apuap destacaron "la contundente adhesión" como "un llamado de atención para quienes nos gobiernan", exigiendo paritarias para una recomposición salarial "acorde a la inflación que no se detiene".
En la misma sintonía, UTA, ADEP, CEDEMS, AdiunJu y UDA; SEOM, ATE, CGT, camioneros, bancarios, taxistas (Sindicato de Peones) protagonizaron la jornada de protesta, entre otros.
Dos realidades confluyen en Jujuy, provincia caracterizada por una gran preeminencia de trabajadores públicos sobre los privados, dos ámbitos pendientes de ser equilibrados.