Buscando torcer las medidas nacionales adoptadas desde 2012 a la fecha, empresas productoras de las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán (bioetanol), junto a Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos (biodiesel) aguardan respuestas legislativas a fin de eliminar los cupos de abastecimiento establecidos por Nación, así como reordenar el sistema y el corte obligatorio que fija los precios de venta de biocombustibles. Según se pregona desde hace tiempo, tales medidas favorecerán la competencia entre privados, otorgará mayor libertad de comercialización, potenciará la materia prima regional e incentivará el crecimiento del sector.

Desde la Unión Industrial de Jujuy, se recordó que tal proyecto ya fue analizado con los tres representantes de nuestra provincia en el Senado y discutido en las respectivas comisiones parlamentarias, “consensuado por todo el sector productivo, maicero y cañero, por las provincias y también con las refinerías”.

“Estamos consustanciados en que Argentina tiene que crecer en bioetanol. Primero tiene que crecer el sector maicero y el sector cañero, además del biodiesel, y cuando esto ya esté en una tasa de corte arriba del 18%, ingresen las refinerías. Eso tiene que salir y le va a dar una previsibilidad distinta a todas las inversiones que se están esperando”, explicó a Jujuy Económico el presidente de la entidad, Federico Gatti.

El ámbito empresario basa su petición mirando a los países vecinos: por ejemplo y a escala Mercosur, la mezcla con bioetanol promedia el 24%, mientras que en Argentina sólo alcanza un 12%. 

Otro tema que espera su abordaje en el Congreso es el proyecto de ley donde las industrias del Norte buscan equiparar las asimetrías entre las regiones argentinas, apuntando a corregir el atraso y los indicadores que se agudizan en plena recesión económica golpeando al NOA y NEA, respecto a la realidad de la Pampa Húmeda y otras zonas más favorecidas.

“El norte argentino tiene que crecer al doble del promedio argentino, para alcanzar en 10 años los niveles que tiene el resto del país”, aclaró Gatti. Entre las complicaciones habituales, mencionó la inexistencia y/o escaso funcionamiento del ferrocarril en zonas productivas de Jujuy; el deterioro de las rutas, las cargas impositivas, las “nuevas tasas” municipales y el encarecimiento del transporte terrestre, asegurando que “sale más caro transportar una mercadería del norte hacia el puerto de Buenos Aires que exportarla después en barco a Europa”.

Un tercer proyecto que espera eco parlamentario se relaciona con el incentivo a las inversiones para las pymes argentinas, como complemento de la aprobación del Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones. “El RIGI es muy importante, lo apoyamos y lo celebramos. Pero también hay que hacer lo mismo para las pymes o para inversiones por menos de 200 millones de dólares”, aseveró el presidente de la Unión Industrial de Jujuy.

El camino de urgencias se comparte con la Unión Industrial Argentina, cuyo encuentro en este 2 de septiembre replicará seguramente un pedido ya conocido: oxigenar a unas 530.000 pymes que generan más de 3,1 millones de empleos asalariados y equivalen al 95% del total de las empresas del país, donde más de 50 mil de esas empresas son industriales.

Se pretenden respuestas legislativas para simplificación tributaria; acceso al financiamiento, fomento a la internacionalización de las empresas; amortización acelerada en IIGG para inversiones en 2 años y doble amortización de inversiones en bienes de capital de producción nacional; deducción de intereses sobre el capital propio; devolución anticipada del IVA de la inversión, e industria 4.0, entre otros múltiples aspectos. Todos ellos ya fueron expuestos en el Congreso Nacional en este año, esperando resoluciones.