En su entrega a Jujuy Económico, el experto del norte chileno se refirió a diversos enfoques vinculados a la propuesta integracionista, que en este caso involucra a nuestro territorio provincial:

“No es algo relacionado con mecánica o aviación. Es una forma de nombrar a la acción conjunta y coordinada de los sectores gubernamental, empresarial, universitario y comunitario en pos de lograr objetivos comunes. Quizás sea más conocida la Triple Hélice (sectores público, privado y académico), pero cuando el objetivo es el desarrollo integral es necesaria la participación de organismos de la comunidad en estos esfuerzos comunes. La Cuádruple Hélice genera excelentes resultados”.

“Gracias a una generosa invitación de Fundación Araucaria (ente gubernamental del Estado Paraná, encargada de su desarrollo científico, tecnológico y de innovación) tuve la suerte de participar un año en proyectos de integración en la Triple Región (zona de fronteras comunes entre Brasil, Paraguay y Argentina, en el área de las Cataratas de Iguazú) y así pude comprobar cómo se va logrando el desarrollo sostenible, con esfuerzos compartidos en esas regiones fronterizas. Una de las herramientas utilizadas para ello es el Nuevo Acuerdo de Pesquisa e Innovación (NAPI Trinacional), que practica asiduamente el uso de la Cuádruple Hélice para ejecutar sus programas”.

“Habitualmente, cada proyecto surge para solucionar un problema, cerrar una brecha o lograr otro objetivo de desarrollo que presenta cualquiera de sus partes. Así, por ejemplo, una propuesta empresarial que beneficiará a toda la comunidad es analizada en conjunto, lo estudia y desarrolla un proyecto el sector universitario, conjuntamente con órganos comunitarios y del sector público, y se ejecuta con financiamiento de entes gubernamentales y/o aportes también del sector privado. El resultado es un bien público, de uso común, para beneficio de todos”.

“Esta dinámica podría ser adoptada y ejecutada en la Región de Antofagasta para el desarrollo y ejecución de proyectos que apunten a su desarrollo integral, sustentable y permanente, aprovechando –por ejemplo- su ubicación geográfica y otras ventajas para llegar a convertirse en un centro logístico internacional entre el centro-oeste sudamericano y los mercados del océano Pacífico, en particular del Asia”.

“Hasta el momento se han hecho algunos intentos. Aunque inicialmente fueron propuestas empresariales (Grupo Empresarial Interregional del Centro Oeste Sudamericano, GEICOS, desde mediados de la década del ’70 hasta fines del siglo pasado), en general luego han sido iniciativas del sector público. Es el caso de los gobiernos subnacionales que crearon y mantienen a la ZICOSUR. O de los gobiernos nacionales de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile que decidieron construir el Corredor Bioceánico Vial desde Puerto Mourtinho (Mato Grosso do Sul) hasta los puertos del norte de Chile”.

“Estos entes han tratado de incluir en su gobernanza a sectores empresariales y universitarios, sin mucho éxito, pero no a representaciones de las respectivas comunidades, que –así- se sienten ajenas a los propósitos del organismo respectivo”.

“Otro tanto ha ocurrido con los sucesivos Gobiernos Regionales de Antofagasta. A pesar de proclamar, en las distintas Estrategias Regionales de Desarrollo, que la integración es una de las vías para lograr metas económico-sociales en beneficio de su población, y de intentar conseguirlo con diferentes proyectos y estudios, aún no se logran resultados concretos”.

“Es necesario pensar en un organismo con representación y acción de la Cuádruple Hélice Regional, que tenga validez y permanencia más allá de un período gubernamental, para dar continuidad y organicidad a los proyectos y programas que permitan lograr los beneficios posibles del Corredor Bioceánico Vial y de otras instancias de diversificación económica y desarrollo que nos ofrece la integración”.